Entonces ahorré algo de pasta y decidí dar un salto cualitativo, porque quería sonar como las canciones que escuchaba de blues. Fui a la tienda de música y me pillé mi primera armónica de blues.
Era una
Lee Oskar, afinación en tono
C (Do),
importante pillarse una armónica en C para empezar, es la estándar digamos y es la más usada en los métodos básicos de aprendizaje.
Lo bueno de las Lee Oskar es que te duran mucho, tienen un tono impecable y la suavidad de que la parte que tocas con la boca es de plástico, es más suave.
Cuando ya dominéis más la armónica, os recomiendo que compréis alguna en otro tono que sea de la marca
Hohner, si puede ser un modelo
Marine Band mejor, es la de toda la vida y la que se escucha en los grandes clásicos de blues (tiene ese tonillo que las distingue, el feeling blusero es total), lo malo es que el cuerpo es de madera asi que con humedad se hincha, puede necesitar algún limado espontáneo y demás (más delicada), aunque ya digo que merece la pena por el tono.
Bueno, sigo el relato. Realmente no sabía que tono comprar el día que llegué a la tienda de música, pero vi un método de armónica (la primera vez que publicaban uno en España sobre blues) en la estantería y en la primera página recomendaban el tono de C. Así que de cajón, me llevé armónica y libro y a darle al tema y tal como dice Luis Aragonés.
El libro se llama "Armónica Blues - iniciación!", autor: Rob Fletcher....y la portada es esta: